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The Emotions Lab®, el sello personal de Gisella Gil que reivindica la cosmética emocional

Gisella Gil, fundadora de The Emotions Lab®, reivindica un cosmético “que nos arrope” a través de su último lanzamiento, Eternal Blossom

Sensibilidad absoluta, conocimiento de causa y una reivindicación sin precedentes por la belleza interior de cada mujer. Así fue como Gisella Gil, fundadora y CEO de The Emotions Lab®, nos recibió en el espacio The Gong, en el corazón de la capital. Lo que a priori sería un encuentro y una charla fortuita se convirtió, de manera fluida, en una lección de vida. Gisella Gil no solo nos abrió la puerta hacia un mundo de emociones, sino que nos acompañó en un viaje introspectivo con la belleza, la armonía y el bienestar como hilo conductor. Y no es de extrañar, ya que estos son, según las palabras del alma máter del sello, los tres pilares fundamentales que sustentan The Emotions Lab®.

La sesión de belleza y meditación que propició el descubrimiento de nuestro propio mapa emocional, concepto que hace referencia a los puntos dentro del rostro y cuello vinculados con nuestros sentimientos, sería solo el prólogo de un nuevo universo de emociones. Te invitamos a descubrirlo poco a poco, a tu ritmo, de la mano de Gisella Gil.

Un manifiesto a la conexión interior-exterior como clave de la belleza y el bienestar

Gisella, naturópata de profesión y vocación, técnico de laboratorio y especialista en flores de Bach, trabajó durante alrededor de 16 años en la industria farmacéutica. Sin embargo, “por motivos de salud y por aquello que me movía como mujer, decidí centrarme en la descodificación biológica”. Así fue como creó The Emotions Lab®, con el firme propósito de “poner patas arriba el mundo de la cosmética y revolucionarlo porque sentía que estábamos muy desconectadas de nuestra belleza personal”. Entonces, explica, se percató de que “buscábamos fuera lo que no sabíamos encontrar dentro y esperábamos de una crema ‘milagro’ que nos salvara de lo que nosotras mismas no habíamos sabido”. Soñó, cuenta risueña, “que existía una marca de cosmética que nos hiciera mirar hacia adentro, que nos conectara con nuestra belleza interior y que nos hiciera sentir únicas de verdad”. Un sueño que se hizo realidad al alumbrar The Emotions Lab®.

The Emotions Lab

En una charla personal con la doctora Inma Nogués, Gisella Gil llegó a la conclusión de que “cosmética viene de cosmos, que significa orden bello”, por lo que la cosmética ha de ser “ese orden bello que conecta nuestro interior con nuestro exterior y se refleja en la piel”. En este sentido, defiende, “el cosmético pasa de ser la zanahoria a perseguir a la herramienta que conecta el interior con el exterior, un producto que nos arrope”. El trabajo ha sido arduo, reconoce la naturópata y beauty expert, “nos ha costado mucho tiempo conseguirlo”. Además, confiesa, “no hubiera sido capaz de crear ninguna de las formulaciones si no las hubiera vivido previamente”. En The Emotions Lab®, “cada producto está orientado a un campo emocional en concreto y viene de una vivencia”.

Cada momento en el que te aplicas la crema, cada conexión tuya con el cosmético se vuelve una experiencia sensorial que te hace conectar con tu luz interior

Gisella Gil, CEO de la firma de cosmética emocional The Emotions Lab®

La energía, el origen del valor diferencial

El origen de The Emotions Lab® y el valor diferencial que aporta la firma de Gisella Gil reside en la energía como punto de partida y en una perspectiva holística. A la hora de formular un cosmético “tenemos que tener en cuenta la parte material, pero, sobre todo, la parte energética”. Dos campos que, explica, forman parte de la idiosincrasia del ser humano. “Si nos centramos en esta última, que es la que mueve nuestras células, habremos avanzado en el camino”. En este sentido, “de nada sirve tener un buen cosmético si este no está conectado con tu cuerpo”. Por ello, “si tu cuerpo no tiene predisposición energética para recibir lo que le das, no lo va a captar”. Para que eso ocurra ha de haber una simbiosis.

The Emotions Lab

Una simbiosis que tiene en cuenta los cuatro cuerpos del ser humano que nos indica Gil: “nosotros somos cuerpo físico, emocional, espiritual y mental, que es lo que tienen los cosméticos de The Emotions Lab®”. Su firma atiende al lenguaje de la piel, a la propia energía, teniendo en cuenta la parte “material” pero poniendo el acento en la parte “energética de las formulaciones”. En The Emotions Lab® han desterrado el concepto de tipos de piel: “piel hay una, según como te sientas hay un proceso biológico adaptativo por el que la piel y la célula se adaptan al entorno en el que vives”.

Cuando cerramos fórmulas es como la alta costura, viene a ser un proceso de precisión quirúrgica. Atamos e hilvanamos todos los puntos de todos los cuerpos para que cuando entreguemos el cosmético sea una joya para tu piel

GISELLA GIL

El secreto de belleza y armonía de Gisella Gill

The Emotions Lab® tiene una parte romántica que no deja de ser la materialización de un sueño. Una arista que traslada y transporta la energía de Gisella Gil en cada uno de los cosméticos que salen al mercado; por eso, resulta imposible no intentar descodificar cuáles son los fetiches beauty y el secreto mejor guardado que han llevado a la firma a consolidarse como un éxito.

Eternal Blossom, la joya de la corona

Eternal Blossom es la evolución de seis años de trabajo “donde hemos ido recogiendo las necesidades de nuestro mercado para confeccionar un must have que hará que tu piel no pueda vivir sin él”. Se trata de un producto que nace durante el confinamiento “tras pensar y sentir cómo podíamos borrar el sufrimiento de las células de nuestra piel y limpiar toda esa incertidumbre por la que habíamos pasado”, explica Gisella. Entonces, “se me ocurrió empezar a armar junto al equipo esta formulación, la más completa que tenemos, orientada a desterrar y reprogramar nuestras células para barrer el estrés oxidativo”. Como resultado nace un producto que trabaja “en una armonía estupenda” y que vibra a 8.700 bovis, una medición energética tenida en cuenta a la hora de saber cuán beneficioso es un producto para la piel.

¿Cómo exprimir al máximo los beneficios de la cosmética emocional?

La cosmética emocional se vive y se siente. Siempre que sea así, los resultados están mucho más que garantizados. Para Gisella Gil, un imprescindible en su rutina de belleza que le ayuda a potenciar los beneficios de la cosmética emocional consiste en combinar el sérum Eternal Blossom o el sérum descongestionante y una bruma. “Es imprescindible”, comenta. “Aquí, al contrario que en Estados Unidos, no hay cultura de brumas, pero tenemos que mantener húmeda la capa superficial de la piel”, asegura. En muchas ocasiones, cuando tu piel se seca o se apaga, prosigue, “no te está pidiendo una crema, te está pidiendo agua”. Su último descubrimiento ha sido esto: “la mezcla de una bruma con un cosmético y un poquito de masaje te da un ‘glow’ brutal, al final solo te roba cinco minutos, pero es el tándem ideal”.

Su deseo más íntimo

Al ser preguntada por el futuro de la cosmética emocional a Gisella Gil no solo se le ilumina el rostro, sino la mirada. “Mi deseo, que es lo que me llevó a crear la marca es conectar con nuestra belleza”. Por eso no extraña que espere y desee que “la cosmética emocional sea el futuro, no por tendencia, sino por una necesidad vital de la mujer, por un cambio de paradigma, porque ya se acabó sufrir, se acabó correr, se acabó mirarme al espejo y no gustarme”.

Un broche de oro final en el que aseguraba que “nuestro ADN es único, nuestra belleza es única, todas tenemos una luz y nos hemos empeñado en mirar el interruptor de la otra en lugar de aprender a conectar el nuestro”. Por eso pronuncia un ojalá profundo: “ojalá haya un largo y exitoso futuro para la cosmética emocional porque mi deseo más íntimo y parte de mí verdaderamente sueña con ello”.

EDDK Magazine
Irene Iglesias Álvarez
the authorIrene Iglesias Álvarez
Editor Manager
Periodista todoterreno, especialista en Comunicación y Marketing Político. Inmersa, por casualidad, en el apasionante universo del Marketing Digital. Hay lecciones de vida escondidas en historias; mi misión pasa por sacarlas a la luz.

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