Encontrar sabores especiados, ingredientes exóticos y recetas castizas en una misma carta es posible hoy en día. Y es que los restaurantes fusión en Madrid son una realidad que, poco a poco, ha cogido mayor protagonismo en la escena gourmet de la capital. En estos restaurantes mestizos donde la comida fusión en Madrid es un mantra, encontrar una opción para cada paladar es viable. Se acabaron las peleas a la hora de salir a cenar sobre los gustos y preferencias de cada uno, el restaurante fusión es tu caballo ganador. Por ello te revelamos cinco direcciones que sumar a tu repertorio gastro para quedar bien con todo el mundo.
Papúa: plaza de Colón, 4
“La jungla está bajo tus pies”, rezan unas gigantescas palabras en relieve situadas sobre la madrileña plaza de Colón. Y así es, en el número 4 se esconde uno de los restaurantes fusión de Madrid más espectaculares: Papúa. Lo primero que llama la atención en él es su apabullante decoración, obra del arquitecto Adolfo Monserrat. Desde la jirafa que da la bienvenida a los comensales, hasta las plantas exóticas que brotan por doquier, pasando por los animales de cerámica y yeso que pueblan cada esquina. Todo es exuberante en Papúa Colón. Y aunque una barra circular de coctelería se presente en la entrada, lo mejor es tomar asiento y disfrutar de a poquito.
La carta de este restaurante de comida fusión en Madrid es original, muy sabrosa y con opciones para todos los gustos. Tras los fogones, el joven chef Andrés Castaño. En sus manos brillan el producto, el tratamiento y la imaginación. Podemos comprobarlo desde el primer minuto, con ese PCR que brindan como aperitivo (detalle de la casa, que no se incluirá en el ticket final), una especie de vichyssoise con puerro, cacahuete y romesco que sienta de lujo mientras llegan los platos de la comanda. De su carta destaca la ensalada césar, las croquetas y los raviolis de langostinos al estilo Joel Robucho. ¿Los has probado?
Amazónico: calle Jorge Juan, 20
Si hay un restaurante de comida fusión asiática en Madrid ese es Amazónico. Aquí cualquier experiencia gastronómica se convierte en un paseo por los rincones de la selva. El restaurante recrea una frondosa vegetación que se dispone entre paredes enladrilladas y puntos de iluminación estratégicos que crean el ambiente adecuado para disfrutar de una cocina fusión en Madrid con sabores mediterráneos, asiáticos y tropicales. Una propuesta internacional, viajada y cosmopolita; llena de aromas y sensaciones.
Un espectáculo de fuego para la vista y un placer para los cinco sentidos. Un oasis de sabores que espera ser descubierto. Brasas, tandoori, Ancas de Rana con Salsa de Mango y Habanero, Usuzukuri de Hamachi con Tomate Cherry o su amplia selección de carnes y pescados son sólo algunos de los platos que podrás disfrutar. Adéntrate en un mundo desconocido, toda una experiencia única para los sentidos, llena de espectáculo, música y energía. La sofisticación de lo salvaje te hará vivir una experiencia inigualable en uno de los mejores restaurantes fusión en Madrid.
Ronda 14: calle del Gral Oraá, 25
El auténtico lugar en la tierra donde confluyen las gastronomías y culturas de Perú, Asturias y Japón. Ronda 14 es el restaurante fusión de Madrid con alma nikkei que nos ha conquistado. Ronda 14 Madrid es uno de los restaurantes peruanos y de cocina fusión que mejor acogida ha tenido en la capital. Abierto en 2015, la apuesta de Conchi Álvarez y Mario Céspedes se ha consolidado ya como algo más que una novedad que hay que conocer, convirtiéndose en una referencia con la que disfrutar en cada ocasión que se visita. Su decoración, sofisticada y calmada, invita a quedarse; mientras, cada uno de los platos que se sirven a la mesa, a disfrutar.
La carta de Ronda 14 está pensada para disfrutar bajo la premisa de emplear siempre el mejor producto con elaboraciones que realcen sus cualidades, fusionándolo con fondos y guisos que sorprendan al comensal con nuevos y arriesgados sabores. No puedes dejar de probar el ceviche nikkei con puré de boniato, el tiradito a la crema de ají amarillo, las gyozas de anticucho con picada de ají limo y cilantro o el tataki de bonito con salsa chifa. ¡Delicioso!
Asiako: calle del Marqués de Riscal, 5
¿Qué tienen que ver el País Vasco con Asia? Si pensamos en costumbres o cultura, aparentemente poco. Lo que sí comparten ambos, es una gastronomía personal y reconocida en el mundo entero. Precisamente cogiendo ambos conceptos, la cocina pura, de hierro y fuego vasca y los sabores exóticos del continente asiático, fue como nació Asiako, uno de los nuevos restaurantes fusión en Madrid. De la mano del prolífico Grupo Sr. Ito, que ya apostaba en sus otros conceptos por fusionar ingredientes y materia prima española con técnicas japonesas, y de los chefs Sergio Monterde y Raúl Romero, se ha creado esta propuesta que va un paso más allá.
Como no podía ser de otra forma, la parrilla es la protagonista, un elemento primigenio, ancestral y fascinante. En ella, los mejores carbones y maderas del mundo, como el preciado Binchotan, que consigue potenciar los sabores. Sumergirte de lleno en su carta es entender cómo casan unos sabores con otros. Así dan lugar a bocados sorprendentes. Desde sus dim-sum rellenos de rabo de vaca betizu e Idiázabal ahumado, hasta un cogollo a la brasa que se aliña a la japonesa con queso ahumado, crema de antxoa, cebollino chino y nueces.
Cokima: calle de Andrés Mellado, 21
Cooking Kitchen Madness. Ese es el nombre del que Cokima toma el acrónimo. Y es que su propuesta pretende hacer enloquecer la cocina fusión de la ciudad. Se definen a sí mismos como canallas y practican una cocina de sabores potentes y contrastes. Todo ello creado por el chef Daniel Esteban. Aquí han buscado innovar y hacerlo bien. Por ello, la materia prima y los ingredientes de calidad son base de una propuesta urbana, a la par que callejera y rebelde, pero sin perder esa mano de cocinero que se forma en grandes casas. Y lejos de decantarse por un tipo de cocina o fusión, aquí se juega con todo: con lo mexicano, la cocina asiática, la peruana y también la española.
De la gastronomía patria cogen sabores como sus croquetas de jamón Joselito, casi líquidas por dentro y empanadas con panko o su particular versión del bocata de calamares, para el que utilizan chipirones que meten dentro de un pan bao con alioli de hierbabuena. Si hay un plato imbatible en su carta, es el brioche relleno de costilla de vaca madurada. La cocinan a baja temperatura durante 18 horas para más tarde meterla en pan brioche y acompañarla de cebolla encurtida y hoja de sisho verde. Yummy!
