El número 118 de la calle Hortaleza está de estreno. La nueva trattoria de Big Mamma Group nos teletransporta, desde su entrada, a la coqueta costa amalfitana, a lo largo del golfo de Salerno, en Italia. Una brisa fresca con toques de los 70, notas cítricas de limón, una gruta marina donde la fiesta no tiene fin. Big Mamma Group inaugura su segunda trattoria en la capital para sumergir a los madrileños en una refrescante experiencia a la italiana. Locos por regalar un momento de desconexión “en mitad de este torbellino”, en Villa Capri podrán disfrutar tanto de un día de vacaciones en nuestra soleada terraza envuelta de flores, como de una cena mitológica entre sirenas con un toque muy funky.
Más de 160 puestos que invitan a brindar, reír y compartir a la mesa de uno de los restaurantes con más encanto de Madrid. Un espacio de más de 250 metros cuadrados nos da la bienvenida en el centro de la capital. Aquí, sus chefs, empapados de “buenas vibras” brindan a los comensales un menú ideal para compartir. Ya saben, ‘sharing is caring!’. Así es el nuevo restaurante de moda llamado a conquistar la capital; déjate seducir por su diseño y sabor. Emprende un viaje gastronómico desde Sorrento hasta Positano sin dejar -otra vez, como diría Shakira- Madrid. ¡Adelante!
Recetas clásicas italianas con encanto mediterráneo
En Villa Capri se come ‘alla italiana”. Es precisamente por eso que su carta está confeccionada a base de productos de temporada traídos desde allí en combinación con productos de cercanía. Así, el chef Nicholas Amici, directo desde el corazón del país vecino, innova a partir de las recetas clásicas italianas hacia locas elaboraciones con un toque mediterráneo. Todo ello con el único propósito de transportar al cliente con los cinco sentidos a un idílico menú sin precedentes.
Para chuparse los dedos
Desde los jugosos tomates San Marzano de Paolo Ruggiero rellenos de un cálido sol de Campania, hasta la increíble mozzarella di buffala de Salvatore Corso. Pasando por una amplia selección de pastas caseras realizadas cada día en casa. Hasta esponjosas y crujientes pizzas, desde la más clásica hasta la más atrevida con trufa fresca. Y para rematar, el mejor final feliz con postres caseros, como una selección de cremosos helados para acompañar las altas temperaturas.
Todos y cada uno de los platos de Villa Capri resultan de elaboraciones puramente caseras “cocinadas a diario y con una doppia dosis de amore y productos traídos directamente de nuestros proveedores de confianza”. El objetivo que persiguen en Villa Capri desde los inicios de la loca aventura que embarcó al Big Mamma Group en este proyecto es claro. “Queremos ofrecer una deliciosa y generosa comida al mejor precio, cuidando al más mínimo detalle a cada uno de nuestros clientes”.
Una joya del diseño por el estudio londinense Studio Kiki
Que la comida italiana es una de las maravillas de la gastronomía es un hecho; por eso, en Villa Capri no solo la aman, sino que la reivindican. Sin embargo, otro de los grandes protagonistas del hermano pequeño de Bel Mondo es su diseño de interiores. Un espacio que no solo te dejará sin aliento por ser uno de los rincones más instagrameables de la ciudad, sino por transportarte, sin necesidad de avión, a kilómetros de distancia, hasta la bella Italia. Cada uno de los espacios que componen el restaurante ha sido diseñado con mimo y amor por el estudio londinense Studio Kiki.
Lámparas retro, bañadores vintage de hace cincuenta o sesenta años decorando las paredes, mesas de mármol con detalles dorados, manteles blancos, cómodos sillones con tapicería vintage… Una decoración que sigue la ruta costeña dibujada a lo largo del golfo de Sorrento. Esculturas relacionadas con la mitología y el agua e incluso caballitos de mar, guirnaldas con decenas de bombillas y mucha vegetación con vibrantes colores que otorgan una fuerte personalidad al restaurante.
Diferentes escenarios y ambientes, una esencia única: Amalfi en estado puro
Villa Capri está estructurado en distintos ambientes que responden a mar, orilla, tierra, e incluso, como si estuvieras sumergido debajo del agua. La primera parte se corresponde con el mar: un espacio decorado a base de botellas vintage con una gran barra que pone la nota discordante y loca. Al subir las escaleras, el segundo espacio, la orilla del mar. A continuación, una sala alargada con la cocina abierta donde podrás curiosear tras los fogones se presenta como tierra. Si todavía quieres sumergirte en las entrañas del restaurante, no te puedes perder el baño, ¡no diremos más!
Para quienes no se resisten a alternar en las terrazas de la capital, Villa Capri les da cobijo. Situada a pie de calle, a las puertas del restaurante, nos recibe una terraza mucho más que pintoresca. En ella dos enormes caballitos de mar de piedra traídos de un castillo abandonado en Sicilia te dan la bienvenida y te invitan a entrar a un espacio donde se respira naturaleza. Agenda tu cita ya en este oasis italiano en medio de la capital, ¡las reservas están que echan humo!
