Borgarnes es una ciudad islandesa con una población de alrededor de 2000 habitantes, situada en la costa de Borgarfjörður. Capital de la región de Vesturland, se encuentra a unos 60 km al norte de Reikiavik. El Borgarfjarðarbrú, el segundo puente de mayor extensión de la isla, conecta Borgarnes con el Hringvegur, la única circunvalación de Islandia.

Qué ver en Borgarnes
A pesar de su pequeño tamaño, hay mucho que ver en Borgarnes:
La Iglesia de Borgarnes
Con una típica arquitectura religiosa islandesa, está considerada como la construcción más importante de la ciudad.
Settlement Centre
Entretenido e interactivo museo en el que puedes aprender sobre la historia de los primeros habitantes de Islandia: los vikingos. Cuenta con una exposición permanente sobre la saga islandesa de Egils.
Museo Borgarfjörður
A través de diferentes objetos y fotografías se muestra el modus vivendi de los niños islandeses en el siglo XX.
Bjössaróló Park
Este parque ecológico infantil construido con material reciclado por obra del carpintero B. H. Guðmundsson, tiene como objetivo enseñar a los más pequeños lo importante que es cuidar el medio ambiente. Una visita ideal si vas a viajar a Islandia con niños.
Jardín botánico Skallagrímsgarður
Además de las flores y árboles propios de un jardín botánico, el lugar ofrece diferentes actividades al aire libre y una zona de picnic.
Borgarnes, Islandia, ciudad de veraneo de los islandeses
La pequeña localidad de Borgarnes se encuentra a solo 50 minutos por carretera de la capital Reikiavik. Se sitúa poco antes de la Península de Snæfellsnes, en el fiordo de Borgarfjörður.
Originalmente la economía de Borgarnes se basaba en la pesca y en la industria conservera, aunque en la actualidad sus numerosos restaurantes ofrecen unos magníficos platos con base de cordero, procedente de las muchas granjas que rodean el pueblo.
A pesar de su escasa población, únicamente 2.000 habitantes, en los meses de verano aumenta notablemente por la llegada de reikiavinkenses, contando muchos de ellos con una segunda vivienda en el pueblo. Salvando todas las distancias, Borgarnes es el Torremolinos islandés.
Es por este atractivo turístico por el que Borgarnes cuenta con numerosos servicios, que la convierten en una localidad muy cómoda para pasar unas vacaciones: restaurantes, hoteles, bancos, panaderías, supermercados, gasolineras, etc.
Muy tranquila a pesar de todo (su turismo es mayoritariamente nacional, y los islandeses son unos tipos de lo más calmados), destaca por las espectaculares vistas de sus nevadas montañas, sus muchas zonas verdes y sus casitas de madera.
Dónde comer en Borgarnes
Existen numerosos bares y restaurantes en Borgarnes, como el Geirabakari Kaffihus y el Englendingavík, aunque destacaremos el Blomasetrid. Restaurante tan acogedor que parece una casita de Santa Claus, cuenta con numerosos y confortables sofás y sillones. Ideal para comer y cenar, incluso merendar, sirve tanto dulce como salado. Los islandeses son grandes amantes de los sandwiches, así que no dudes en pedirte alguno bien suculento.
Borgarnes es una de las joyas de Islandia, un pueblo de veraneo bien conocido por los islandeses, que se escapan a sus apacibles calles en cuanto pueden. Aunque quieren mantener su pequeño tesoro oculto, son cada vez más los turistas extranjeros que están descubriendo este maravilloso lugar vacacional.