Uno de los lugares que más apreciamos a la hora de hacer turismo es la playa. Millones de personas en todo el mundo disfrutan del cálido clima, la arena y por supuesto, el mar. Pero no todas son iguales, y la reina de la desembocadura del río Urumea es la playa de La Concha.
Pero, ¿la reina? Sí, y es que en el año de 1845 la reina Isabel II terminó en este lugar como recomendación médica luego de padecer ciertos problemas de la piel. El agua de mar fue tan beneficiosa para ella que meses más tarde, el resto de la corte y los aristócratas de la alta sociedad terminaron aquí.
Todo esto comenzó a elevar la estima de la playa y por eso ahora es una de las más elegantes, distinguidas y hermosas de todo el mundo.
¿Dónde está la Playa de la Concha?

La playa de la concha se encuentra justo en el centro de urbano de la hermosa ciudad de San Sebastián y su nombre lo recibe por la gran similitud que tiene el lugar con una cocha marina. Esta vista solo la encuentras de forma aérea.
La playa está alojada en la bahía de la cocha tiene una longitud promedio de un poco más de 1.3 km y un anchura media de 40 m. Es España para el 2007 se declaró a este lugar como uno de los doce tesoros del país por lo que no es sorpresa que la mayoría de las personas en temporada vacacional, quieran venir aquí.
Este hermoso lugar cuenta con espectaculares vistas y dado que sus aguas son de muy poca profundidad, son definitivamente actas para todo el mundo.
Anualmente, la playa de la concha se convierte en el lugar ideal para celebrar competiciones de regatas lo que hace que muchos más se quieran acercar a mirar.
Disfrutar de esta playa no es difícil, es más bien el irse de ella lo que resulta complicado.
Paseos y prácticas deportivas

Con toda la tecnología actual nos olvidamos de vivir al aire libre disfrutando de paisajes únicos que nos lleven a experimentar aventuras increíbles. Si puedes desconectarte un poco de tu móvil estaría genial que vieras a la playa de la concha a practicar algún deporte o solo a pasear. Esto es algo que puedes hacer solo o acompañado.
Gracias a sus más de 1.300 metros de longitud, la playa de la concha es ideal para caminar, trotar y hasta correr descalzo y si la marea está completamente baja, podrías llegar hasta la playa de Ondarreta cruzando la pasarela del Pico del Loro, una zona rocosa que separa ambas playas.
Por otra parte, hay que recordar que Donostia siempre fue un pueblo pesquero y ballenero lo que significa que estas tierras desde la antigüedad han tenido una estrecha relación con el mar.
Si esto te agrada tanto como les agrada a quienes viven en esta ciudad, podrás disfrutar de pequeñas excursiones, paseos en barco, prácticas de pesca, y deportes acuáticos que te llevarán a otro nivel.
La barandilla de la concha

Si vienes a la playa no podrás evitar pasar por La barandilla de la concha y aunque a primera vista solo te resulte una barandilla más que rodea la playa, la verdad es que con el paso de los años ha construido una historia interesante que la ha llevado a ser el icono de la ciudad de Donostia.
Todo comenzó en 1910 cuando el ayuntamiento de la ciudad aprovechó la popularidad que había ganado la playa por la visita de la reina Isabel II para realizar una reforma completa al paseo de la concha.
Esto significó la ampliación de la carretera, la construcción del voladizo, el balneario de La Perla y la colocación de la barandilla.
Claro que con el tiempo, la barandilla comenzó a oxidarse y tuvo que ser restaurada una por una. Años más tarde se le hicieron labores de mantenimiento, pero durante todo este proceso muchas curiosidades comenzaron a girar en torno a ella.
Si vienes aquí como turista podrás acceder a un recorrido que te hablará a profundidad de sus historias, para que sepas de qué se trata.
Servicios de la playa de la concha
La playa de la concha te ofrece diferentes servicios para tu comodidad en el verano, tales como:
- Lavabos y duchas.
- Guardarropas y vestuarios.
- Socorristas.
- Alquiler de toldos, sombrillas y sillas.
- Alquiler piraguas y SUP.
- Servicios para bañistas con minusvalía.
- Gabarrón.