Cuando llegan las altas temperaturas, son muchos los efectos que llegan a nuestro cuerpo, algunos de los cuáles podemos intentar combatir. Evidentemente, uno de los lugares donde más se nota el calor es en nuestra piel, la cuál sufre algunos cambios que debemos tener en cuenta en nuestra rutina de belleza. Así, en EDDK Magazine te presentamos este listado de tips para tener una piel radiante en verano.
A veces la solución pasa por un jabón para piel grasa, una mayor constancia en la rutina de cuidado de la piel por la mañana y por la noche o algún otro producto determinado que ayude a que nuestra piel se mantenga firme, radiante y perfectamente hidratada para pasar los mejores meses del año de maravilla.
¿Te contamos cómo hacerlo? ¡Vamos a verlo!
Equilibrar el PH de la piel: fundamental para tener una piel radiante en verano
La piel produce grasa de manera natural para evitar la sequedad. Y la sequedad, como probablemente sepas, viene cuando no hay la suficiente hidratación, algo que tiene una estrecha relación con los meses del año en los que más calor hace. Y es que uno de los primeros tips que debes tener en cuenta para tener una piel radiante en verano es precisamente que la piel durante estos meses va a necesitar unos cuidados especiales, adaptados a las circunstancias.
Cuando tenemos mucho calor, sudamos y por tanto perdemos una parte importante del líquido que tenemos en el cuerpo. La piel se seca, y además de empeorar y lucir mucho más opaca, también repercute en otros aspectos de nuestra salud, como el hecho de que podamos sufrir un proceso de deshidratación y encontrarnos débiles. Esto conlleva que durante los meses más calurosos del año, la piel necesita condiciones especiales y aquí te vamos a recomendar unas cuantas:
Jabones y productos para piel grasa
Si notas que empiezas a tener la piel con mucho brillo y un poco grasa, lo que deberías hacer es utilizar productos específicos para esta condición. Probablemente sea porque la piel se está resecando, y necesita no hacerlo, lo que hace que produzca sebo natural que la proteja.
¿Qué puedes hacer en este caso? Utilizar productos específicos, como un jabón para piel grasa o mixta, o bien un limpiador facial que puedas usar todos los días, y que sea perfecto para esta época del año en la que nuestra piel actúa de forma diferente a los meses de invierno.
Rutina facial constante por la mañana y por la noche
Otro punto importante es no dejar atrás la rutina de limpieza facial que suelas tener durante el resto de los meses del año. Las vacaciones fuera de casa, los días de playa, tomar el sol, la alimentación más desequilibrada porque no tenemos una rutina, son todo cosas que afectan a la salud de nuestra piel.
Por ello, si quieres tener una piel radiante en verano también, deberías de seguir con la costumbre de limpiar tu rostro con productos específicos por la mañana, al despertarte, y por la noche, antes de dormir. Y limpiar no es únicamente quitar el maquillaje, sino también usar un jabón concreto, usar un tónico y dejar los poros limpios y perfectos. Es importante, por otra parte, usar siempre productos que sean de calidad, confiar en marcas que tengan experiencia en el sector y que valgan la pena. Con productos seleccionados porque cada piel es un mundo.
Hidratación constante
Por último, otro de los tips para tener una piel radiante en verano que deberías tener en cuenta, durante todo el año pero especialmente en los meses en los que más calor hace, es hidratar de forma continuada tu rostro y tu cuerpo para que no pierda elasticidad. Solamente así podrás luchar contra la piel reseca, que no se genere grasa en ella y no pierda ese carismático color que tenemos en verano, cuando tomamos el sol y la piel se ve más radiante que nunca.
Y cuando hablamos de hidratación, por supuesto, también hablamos de beber mucha agua durante todo el día. Esto no solo es bueno para tu salud en general, sino también para la salud de una piel radiante en verano. Disfruta de un verano con miles de experiencias y días de descanso, pero cuidándote por dentro, porque solamente así podrás seguir viéndote de una manera positiva por fuera.
