Explorando el litoral de Guipúzcoa por alrededor de 13 kilómetros, se extienden los acantilados del Flysch. Entre Deba y Zumaia verás estos increíbles escenarios de una formación de incalculable valor geológico. Solo los fotógrafos más experimentados han logrado aproximarse a la belleza real que tienen los Flysch. Te contamos todo lo que debes saber para conocer este escenario.
Qué son los Flysch
Los flysch son un tesoro natural que narra la historia del Tierra en la Costa Vasca. Es una formación de capas rocosas de origen sedimentario, que se alternan entre rocas duras como calizas, pizarras y areniscas, y capas de minerales blandos como margas y arcillas.
Estas capas de rocas tienen características determinadas, paleontológicas (fósiles) o litológicas (composición mineral, geometría, etc.). A través del tiempo, la erosión ha desgastado las capas blandas, dejando expuestas las capas duras.
Finalmente, las capas duras al quedar expuestas también se erosionan, al tiempo que dejan algo de protección sobre las capas blandas. A todo este proceso se le conoce como erosión preferencial. El resultado final que todos disfrutan como un impactante paisaje, se asemeja a una tarta de milhojas.
Respecto al origen de estas formaciones rocosas, son el cúmulo de sedimentos de materiales de diferente densidad en las profundidades del océano. Surgen de forma laminar y afloran hacia la superficie donde poco a poco se van erosionando.
En cuanto a su antigüedad, se cree que estas formaciones datan de 60 millones de años, una época que va desde la extinción de los dinosaurios hasta el choque de masas territoriales que hoy corresponden a la India con Europa.
Es por esta razón que los Flysch han sido protegidos a través de la creación del Geoparque de la Costa Vasca. Es una demarcación creada por geólogos, dedicada al estudio de la comunidad científica internacional, que abarca Deba, Mutriku y Zumaia. Este geoparque se encuentra gestionado por la Asociación Geogarapen.
Dónde se encuentra el flysch
Este impresionante paisaje de capas rocosas a manera de milhojas, se encuentra en País Vasco, a lo largo del litoral de Guipúzcoa entre las localidades de Deba y Zumaia. Es una ruta costera de 13 km que se mezcla entre lo verde de los pastos y el terreno agrario de la zona.
Tan solo son visibles unos 200 o 300 metros que desciende hacia el mar. Sin embargo, estos acantilados se extienden hasta por 5 km mar adentro.
Es un paisaje admirado por fotógrafos, geólogos y viajeros. De hecho, es una de las rutas de turismo más populares en España.
Qué hacer en los Flysch

Dentro del Geoparque hay diferentes visitas guiadas de las que puedes participar. Más que una visita recreativa, estas visitas guiadas tienen la intención de educar y concientizar acerca de las partes que componen esta maravilla geológica.
Además de las visitas guiadas, los 13 km que van de Zumaia a Deba o viceversa, pueden recorrerse de forma libre. Hay un sendero habilitado por el que puedes caminar a tu propio ritmo.
Este sendero comienza justo detrás de la Ermita de San Telmo (el patrón de los marineros) y a la ruta popularmente se le conoce como la Ruta del Flysch. Se trata de una de las excursiones al aire libre más interesantes y bonitas de Euskadi y España.
Ahondando más acerca de la ruta, el primer tramo se extiende por la costa con senderos de interior. En ese sentido, es importante conocer los horarios de las mareas para iniciar la ruta, pues únicamente se puede atravesar cuando la marea está en su punto más bajo. Estos datos no los encontrarás en Zumaia, por lo que debes consultar las mareas de Zarautz. Son dos localidades tan próximas que comparten condiciones marítimas.
Tras bajar los primeros metros del sendero, llegarás a la Playa de Itzurun de Zumaia. Allí verás por primera vez los flysch en todo su esplendor. Son enormes pliegues de capas de rocas de gran altura y de colores muy vivos. De hecho puedes acceder a algunas cavidades de la roca, donde los colores de las paredes son mucho más vivos.
El trayecto continúa por el suelo de las rasas mareales hasta llegar a la Playa de Sakoneta. Allí te encontrarás con charcos repentinos, cantos rodados, pliegues horizontales y tramos de fina arena que maximizan su esplendor en los días soleados.
Luego te encontrarás con un asombroso manto verde de las montañas a las orillas del Mar Cantábrico, que es el último tramo de la ruta de los flysch. Verás ganado pastando, pequeñas casas en las laderas de las montañas, etc.
Así se llega al punto final del recorrido del flysch desde Zumaia a Deba. Se trata del flysch negro de Deba, también la zona más importante geológicamente, pues alberga fósiles de hasta 100 millones de agua de antigüedad.
La importancia del flysch
Estas capas de roca surgieron de la colisión de las placas tectónicas Ibérica y Europea durante la orogenia alpina. Así, quedaron expuestos los minerales que dan información del continente de hace más de 50 millones de años, desde los periodos del Cretácico superior y del Terciario.
Por tanto, los flysch son un libro abierto de información biológica de la Tierra, con su amplio contenido de micro y macro fósiles. También da testimonio de las crisis biológicas, los cambios ambientales y climáticos que ocurrieron durante estos períodos.
Por ejemplo, el grosor de cada capa según los geólogos, habla de la duración que tuvo cada período. Y se estima que cada capa de roca representa la historia de unos 100 mil años. Por otro lado, las capas frías corresponden a los períodos fríos, mientras que las capas blandas corresponden a los períodos cálidos de la Tierra.
Toda esta información es importante no solo para conocer el pasado de la Tierra, sino que los geólogos y científicos creen que a través de un análisis detallado se puede predecir el futuro de las eras de la Tierra.